lunes, 20 de abril de 2009

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Barack Obama convoca primera reunión de gabinete completo para recortar gastos en su administración

El presidente estadounidense, Barack Obama, después de un fin de semana de intensa actividad diplomática en la cumbre de Trinidad y Tobago, convocó para este lunes su primera reunión de gabinete completo para recortar gastos en su administración.
Obama tiene la intención de pedir a sus ministros propuestas específicas para recortar los gastos del gobierno y "restablecer el sentido de la responsabilidad" del presupuesto federal estadounidense.
Enfrentado a un gigantesco déficit presupuestario, el presidente llamó el domingo a tomar "medidas agresivas".
"A pesar de que observamos señales alentadores sobre la estabilización de nuestra economía, los riesgos siguen siendo reales y significativos", dijo Obama en una entrevista publicada el domingo en la revista Fortune.
"La historia ha demostrado en repetidas ocasiones que cuando las naciones no toman medidas agresivas para reflotar el crédito se encuentran con crisis que duran varios años en vez de varios meses", dijo.
El anuncio tiene lugar después de que la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) anunciase el mes pasado que el déficit presupuestario podría alcanzar los 1,845 billones de dólares en el año.
El presupuesto Obama prevé 1,750 billones de dólares de déficit para el 2009, pero esa cifra se vería reducida a 1,171 billones en el 2010.
"Mi esperanza es que las decisiones que estamos tomando hoy, como estabilizar nuestro sistema financiero o volverse más competitivo, nos ayudarán a que llegue más rápido el día en el que el gobierno pueda hacerse a un lado y dejar al sistema privado hacer lo que mejor hace: innovar, crear empleos y hacer crecer la economía", indicó el mandatario.
Las últimas cifras del gobierno muestran que la economía se contrajo en un 6,3% en el último trimestre de 2008. Los economistas no esperan un modesto regreso a la senda del crecimiento hasta el tercer trimestre de 2009.
En su alocución semanal del sábado Obama dijo que el proceso para encontrar maneras de cortar los gastos del gobierno ya había empezado, con su administración revisando línea por línea el presupuesto para anular los programas que no funcionan y sustituirlos por otros más eficaces.
Obama pidió a la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, que suprimiera los contratos para crear sellos y logos para el ministerio que habrían costado tres millones de dólares.
América Latina pone esperanzas en Obama
Los países de América Latina y el Caribe enterraron para siempre la era de George W. Bush, presidida por relaciones difíciles para la mayoría, y escribieron este fin de semana en Trinidad la primera línea de lo que puede ser una historia de diálogo y cooperación con Estados Unidos.
El nuevo presidente norteamericano, Barack Obama, cumplió su promesa: venir a la Quinta Cumbre de las Américas a escuchar. Durante dos días, el mandatario encadenó reuniones y frases de buena voluntad que sorprendieron gratamente hasta al más desconfiado de sus interlocutores.
"No estoy de acuerdo con cada frase que se dijo en esta cumbre pero mostramos que podemos progresar cuando rompemos con algunos de los viejos debates e ideologías que dominaron y distorsionaron el debate en este hemisferio durante demasiado tiempo", declaró Obama, calificando esta crisis de "gran crisis y gran oportunidad".
La forma de comportarse del mandatario, sus declaraciones alentadoras y su disposición para escuchar sin alterarse los reclamos y críticas de sus pares del sur contrastaron con las complicadas relaciones mantenidas con su predecesor. "Empieza un nuevo dialogo (...) El nuevo presidente de Estados Unidos viene a dialogar y no a tratar de imponer", se felicitó el presidente de Honduras, Manuel Zelaya.
En la mente de los presidentes latinoamericanos estaba la anterior cumbre de las Américas, celebrada en Mar del Plata en 2005, donde la cuestión del libre comercio provocó un desacuerdo estrepitoso y una gran tensión entre Estados Unidos y una parte de los países sudamericanos.
"Cuando hacíamos nuestras críticas al libre comercio, Bush se quitaba el audífono de la traducción. Cuando me tocó hablar a mí una vez, salió de la sala", recordaba en estos días el presidente Hugo Chávez.
Los mandatarios sudamericanos también quedaron satisfechos de haber podido reiterar en persona a Obama su pedido de que Cuba sea reincorporada a estos foros regionales y se levante el embargo comercial que Washington le aplica a la isla desde hace 47 años.
"Es inentendible que Cuba no esté en estas cumbres", expresó el mandatario ecuatoriano Rafael Correa.
Obama, que se dijo abierto a un diálogo con Cuba y a un "nuevo inicio" en sus relaciones, subrayó no obstante que resolver este tipo de situaciones requiere tiempo y gestos significativos de buena voluntad de ambas partes.
Según el primer ministro de Trinidad y Tobago, Patrick Manning, anfitrión de esta cumbre, los líderes del hemisferio "tienen la oportunidad real" de imprimir otro ritmo a las relaciones interamericanas, contemplando a todos los países, grandes o pequeños, desarrollados o en vías de desarrollo como socios iguales".
"De las tres Cumbres de las Américas a las que he asistido, la primera fue una cumbre fría, dentro de un muro y en la que el imperio se impuso. Luego en Mar del Plata la cumbre terminó fragmentada en pedazos. Ahora esta cumbre abrió los portones a una nueva era de relacionamiento a todos los países del continente", explicó Chávez.
El cordial encuentro del presidente venezolano con Obama en Puerto España sigue dando que hablar. Chávez, gran crítico de Estados Unidos, aseguró que la relación bilateral puede verse impulsada sobre nuevas bases a partir de esta cumbre.
"Fue un gesto simpático que me regalara un libro (...) Pero tengo grandes divergencias con Hugo Chávez en materia de política económica y exterior", aclaró Obama tras la cumbre, subrayando que había hablado con todos los líderes sudamericanos en Trinidad, pero Chávez siempre estaba "más cerca de las cámaras".
Según el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, "es posible crear una nueva dinámica, de compañeros" en el continente a partir de esta cumbre. "Todos esperábamos que Chávez y Obama se fueran a atacar pero ocurrió exactamente lo contrario. Si Chávez tuvo un problema grave en la era Bush, eso puede cambiar en la era Obama"

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